La evaluación de impacto ambiental ( EIA ) es la evaluación de las consecuencias ambientales de un plan, política, programa o proyectos reales antes de tomar la decisión de seguir adelante con la acción propuesta. En este contexto, el término "evaluación de impacto ambiental" se utiliza generalmente cuando se aplica a proyectos reales de personas o empresas y el término "evaluación ambiental estratégica" (EAE) se aplica a políticas, planes y programas propuestos con mayor frecuencia por órganos del estado. Es una herramienta de gestión ambiental que forma parte de la aprobación de proyectos y la toma de decisiones. Las evaluaciones ambientales pueden regirse por normas de procedimiento administrativo relativas a la participación pública y la documentación de la toma de decisiones, y pueden estar sujetas a revisión judicial.
El objetivo de la evaluación es garantizar que los responsables de la toma de decisiones consideren los impactos ambientales al decidir si se debe o no llevar adelante un proyecto. La Asociación Internacional de Evaluación de Impacto Ambiental (IAIA) define una evaluación de impacto ambiental como "el proceso de identificar, predecir, evaluar y mitigar los efectos biofísicos, sociales y otros efectos relevantes de las propuestas de desarrollo antes de que se tomen decisiones importantes y se asuman compromisos". Las EIA son únicas en el sentido de que no exigen la adhesión a un resultado ambiental predeterminado, sino que exigen que los responsables de la toma de decisiones tengan en cuenta los valores ambientales en sus decisiones y las justifiquen a la luz de estudios ambientales detallados y comentarios públicos sobre los posibles impactos ambientales.
