La inmovilización manual de la columna C es una habilidad importante que cualquier proveedor médico debe dominar, y es especialmente importante en el entorno prehospitalario debido a la gran variedad de posiciones y presentaciones de los pacientes con las que nosotros, como socorristas, nos encontramos a menudo. Los conceptos básicos de la inmovilización manual de la columna C son los mismos independientemente de la posición del paciente: el objetivo es evitar el movimiento de la columna cervical manteniendo al paciente lo más cómodo y tranquilo posible.
En esta sección, analizaremos varios métodos diferentes de inmovilización manual de la columna C.
Contenido
Paciente en decúbito supino - socorrista en la cabeza
Mientras está arrodillado o acostado sobre la cabeza del paciente, las manos del socorrista deben colocarse a los lados de la cara/cuello con los pulgares extendidos para brindar apoyo al costado de la cabeza. Los dedos deben estar extendidos para cubrir una mayor superficie y estar en contacto con las zonas óseas de la mandíbula y el cráneo. Evite ejercer presión sobre los tejidos blandos del cuello. Si sus manos son necesarias, sus rodillas y muslos pueden usarse como reemplazo de las manos, si es absolutamente necesario.
Paciente boca abajo - socorrista en la cabeza
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El manejo de la columna C para un paciente en decúbito prono es similar al manejo de un paciente en decúbito supino, con una diferencia fundamental: las manos del socorrista deben girarse de manera que permita la estabilización normal de la columna C cuando se gira al paciente. No es aconsejable intentar sujetar la columna vertebral en posición supina y girar con el paciente, ya que los codos del socorrista con frecuencia quedarán atrapados en el suelo mientras rueda y pueden provocar una pérdida de estabilización. Mientras está acostado o arrodillado sobre la cabeza del paciente, la mano del socorrista debe colocarse en el costado de la cara/cuello con los pulgares extendidos para brindar apoyo al costado de la cabeza. Los dedos deben estar extendidos para cubrir una mayor superficie y estar en contacto con las zonas óseas de la mandíbula y el cráneo. Evite ejercer presión sobre los tejidos blandos del cuello.
Paciente sentado - socorrista detrás
Este escenario describe al paciente típico que era conductor o pasajero en un accidente automovilístico en el que el socorrista puede ingresar a la segunda fila de asientos y sostener la columna vertebral desde atrás. Las manos del rescatista pueden colocarse con los dedos apuntando hacia arriba o hacia delante, extendidos para cubrir una mayor superficie y en contacto con las zonas óseas de la mandíbula y el cráneo. Si el paciente está en un asiento de seguridad, los brazos del socorrista pueden estar extendidos; busque un puesto que pueda mantener durante un período de tiempo significativo si es probable que la liberación demore mucho tiempo. Si el paciente está sentado en una silla, el socorrista puede pararse detrás del paciente y sujetar la columna vertebral de la misma manera.
Paciente sentado - socorrista al frente
En este escenario, el socorrista ha decidido sujetar la columna vertebral por delante de un paciente sentado. Esta posición permite una conversación cara a cara y puede ser útil para recopilar historia. Las manos del rescatista pueden colocarse con los dedos apuntando hacia arriba o hacia delante, extendidas para cubrir una mayor superficie y en contacto con las zonas óseas de la mandíbula y el cráneo. Este método de estabilización manual de la columna vertebral puede exponer al rescatista a un mayor riesgo de patógenos transmitidos por el aire y por gotitas.
Paciente de pie - socorrista a un lado
En este escenario, el paciente puede estar de pie o sentado. El rescatista se acercará desde el costado del paciente y colocará una mano en la parte posterior de la cabeza del paciente con el brazo del rescatista apoyado contra la espalda del paciente. El otro brazo del rescatista descansará sobre el esternón del paciente mientras la mano del rescatista forma una "V" entre el pulgar y otros dedos y sujeta firmemente la barbilla del paciente. Este método de inmovilización manual de la columna vertebral permite una mayor estabilización anteroposterior y al mismo tiempo permite la conversación y la recopilación de antecedentes.