Las cantidades relativamente pequeñas de agua, que no capturan el ciclo de agua verde, se convierten en Agua Azul de varias formas. Hay agua que corre por la tierra, formando arroyos y ríos. Hay agua que se infiltra al suelo, más allá de la zona radicular vegetativa, fluyendo al subsuelo (horizontal o lateralmente) y formando acuíferos naturales. El agua azul es lo que fluye en las tuberías y acueductos (Hicks, 2016).El término agua azul se utiliza en el contexto de la gestión del agua para referirse al agua superficial y subterránea disponible y accesible para uso humano y actividades económicas.Se refiere específicamente al agua que se puede extraer de ríos, lagos, embalses y acuíferos subterráneos para abastecer las necesidades de las personas, la agricultura, la industria y otros sectores.
El Agua Azul recibe mucha más atención (e inversiones) por razones evidentes. Es el agua que capturamos, desviamos, y extraemos por bombeo para que sirva al agua potable, al riego, la industria ya todas las necesidades que tienen las sociedades humanas para usar el agua.
El agua azul, que incluye tanto el agua superficial (ríos, lagos, embalses) como el agua subterránea (acuíferos), es esencial para la agricultura por varias razones:
- Irrigación: la mayoría de las siembras en el mundo se cultivan utilizando sistemas de irrigación, y el agua azul es la fuente principal para estos finos. Proporciona la humedad necesaria para el crecimiento y desarrollo de los cultivos, especialmente en regiones donde las precipitaciones no son suficientes para satisfacer las demandas hídricas de las plantas.
- Seguridad alimentaria: el suministro adecuado de agua azul es crucial para garantizar la producción agrícola y, por lo tanto, para mantener la seguridad alimentaria a nivel mundial. La disponibilidad de agua de calidad para riego permite a los agricultores cultivar una variedad más amplia de cultivos y aumentar la productividad.
- Crecimiento económico: la agricultura es una parte fundamental de muchas economías, y el acceso confiable al agua azul contribuye al desarrollo económico al respaldar la producción agrícola. Un suministro constante de agua para riego es esencial para el éxito de las operaciones agrícolas a gran y pequeña escala.
- Adaptación al cambio climático: en un contexto de cambio climático, con eventos climáticos extremos y patrones de precipitación variables, contar con acceso a agua azul permite a los agricultores adaptarse mejor a las condiciones cambiantes. Los sistemas de riego pueden ayudar a compensar las sequías temporales y mejorar la resiliencia de la agricultura.
- Eficiencia en el uso del agua: la gestión sostenible del agua azul es crucial para garantizar la eficiencia en el uso del agua en la agricultura. Prácticas agrícolas y sistemas de riego eficientes pueden ayudar a maximizar el rendimiento de los cultivos con la menor cantidad posible de agua, contribuyendo así a la conservación de este recurso limitado.
Bibliografía
Hicks, Pablo. ''Agua Verde y Agua Azul''. Agua y Suelo para la Agricultura (ASA). Publicado el 05 de diciembre de 2016. https://asa.crs.org/2016/12/agua-azul-y-agua-verde/
