Biodiversidad es definida en el Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica[1] como la variabilidad de organismos vivos de cualquier fuente, incluidos los ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos y los complejos ecológicos de los que forman parte; además comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y de los ecosistemas. ‘Bio’ significa vida y ‘diversidad’ significa variedad, y se la conoce también como diversidad biológica.
Importancia de la biodiversidad[edit | edit source]
Nuestro mundo depende de la biodiversidad más de lo que podemos imaginar. Cada especie desempeña un papel fundamental dentro de su ecosistema. Toda la vida está entrelazada; cuando una planta crece y muere, mantiene a otras innumerables especies. Dependemos de ella para obtener alimentos y energía, y de su papel insustituible para mantener la calidad del aire, proporcionar agua dulce y suelo fértil, y además regular el clima. Es por ello que, salvaguardar los recursos naturales y la biodiversidad resulta fundamental para la salud de las personas y la riqueza del planeta.
Sin embargo, la diversidad biológica está disminuyendo a un ritmo acelerado como nunca antes en la historia y la industria de la moda contribuye significativamente a la pérdida de esta biodiversidad. Las cadenas de suministro de ropa están directamente relacionadas con la degradación del suelo, la conversión de los ecosistemas naturales y la contaminación de los cursos de agua. En el cultivo convencional del algodón, por ejemplo, son utilizados un 22,5% de los insecticidas del mundo y un 10% del total de pesticidas.
La agricultura sostenible es la respuesta para invertir las tendencias que conducen a la pérdida de biodiversidad, a efectos de satisfacer las necesidades de generaciones presentes y futuras garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud ambiental y la equidad social y económica. La alimentación y la agricultura sostenibles contribuyen a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria -disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad- y a las dimensiones de la sostenibilidad (ambiental, social y económica).[2]
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) tiene una larga historia de fomento del desarrollo agrícola sostenible y del uso sostenible de la biodiversidad para la alimentación y la agricultura, con el fin de alcanzar su objetivo de acabar con la pobreza y el hambre.[3]
En cuanto al consumo sostenible y responsable de moda, es posible optar por prendas de algodón orgánico y reciclado con certificación GOTS;[4] o bien por productos manufacturados a base de ciertas fibras o tejidos como: cáñamo o lino orgánico (ambos requieren la utilización de menos agua y pesticidas), nylon y poliéster reciclados, lana reciclada.